Lo oportuno de las palabras:

Que en mi País la gente sea feliz aunque no tenga permiso.

10/1/13

Más allá del 10 de Enero

Recuerdo haber dicho recientemente en una entrada, que tal vez no volverían  a leer una entrada como esta. Creo que esta vez, falté a esa palabra, porque ciertamente, esta es una de esas otras.
Lo siento, lo siento. De veras que sí.
Lamento hablar de esos desenlaces que precisamente no son los más gratos, ¡Créanme! 
Pero, una vez más, no puedo fingir demencia ante tanto y ver todo como una suma más a esta ecuación que unos cuantos creen firmemente en que funcionará, pero otros, como YO, saben que no sin necesitar haber sido genios matemáticos para predecir el resultado.

10 de Enero, ¿Les indica algo esta fecha? Sé que sí, es el inicio del nuevo periodo de Gobierno que fue reelegido "soberanamente" por unos en Octubre. 
En este día, como es de conocimiento popular, el Presidente debía JURAMENTARSE para asumir así formalmente el mandato de su Gobierno. 

Sí... Debía, pero no lo hizo, en razón de las múltiples causas que han sido objeto de tanta especulación y alarma en todos los medios.

No veo lo sucedido hoy, incluso desde antes, como un acontecimiento normal. Pues, es claramente la continuidad del ABUSO DE PODER y la voluntad de manipular a TODO Y A TODOS de acuerdo a un ideal político. 

Más allá de las líneas que vienen antecediendo a esta, lo que me indigna profundamente es que lograron desmoronar aún la poca credibilidad que tenía en estos Poderes Públicos. 
Pude haber sido ilusa al creer que gozarían de cierta objetividad si de un tema tan determinante y tajante se trataba. Creo, que era ese consuelo que en el fondo, muy en el fondo, solía tener.

Ya no queda más si no la burla, la humillación y la decepción de haber sido atropellados como ciudadanos una vez más. Pero vaya que esta fue cínica y no tuvo escrúpulos.
Se hizo de la Ley un papel sin más nada que letras y acepciones jurídicas. Sin importar su supremacía y su impostergable aplicación. 

Se le vio como estúpidos a los grandes del Derecho conocedores de la materia y a los aprendices se les dijo que no conocían de nada. 

Este acontecimiento, trascenderá. Es un tatuaje para los millones de Venezolanos que un día creímos que la Ley nos ampararía. 

Ahora, el futuro, es más que incierto. Ya no se trata de una era llamada "Chavismo" que no goza de la presencia de su líder. Ahora, se trata de una multitud de títeres que se hacen llamar "fieles seguidores", pisando literalmente todo lo que estorba, los cuales no hacen más que decir consignas vacías con la intención de mantener a un pueblo con sorbos de azúcar y esperanza, que en el fondo, sabe cual es el siguiente paso. 

Mientras que el mío, no es más que buscarle un lado positivo (como es costumbre) a lo que ahora es negro sólo con la intención de esperar con paciencia el día en el que todo cambie, el día en el que pueda sonreír por saber que las cadenas se rompen y los culpables de haberlas puesto, pagarán con lágrimas y pesares. 
Así como el tiempo no perdona, la Ley tampoco. Aunque ahora pretendan burlarla, pronto dará su estocada.

La mayoría ha preguntado siempre y después de hoy con más razón: ¿Cómo ejercer Derecho en este País? Ante esa pregunta, sólo puedo sonreírme porque en este preciso momento, bajo este régimen, no se puede. Claro, no se puede para aquellos que no quieren hacerse parte del sistema sucio y decadente.

Episodios como estos sólo me dan más fuerza para repudiar lo que hoy impera y amar cada día más mi carrera, esa que me ha enseñado a defender los valores y derechos elementales del hombre sin manipular lo que la fundamenta, la Ley. 

Más allá del 10 de Enero, sin entrar en más detalles, sé que estas líneas forman el todo de una relación sincronizada y documentada de estos acontecimientos, para así sentar las bases de la historia que un día contaré a mis hijos y nietos para que nadie se crea con la osadía y el tupé de relatarles cuentos de ficción y hacer parecer dioses a demonios.

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