Una vez más, pareciera que las líneas que geográficamente
delimitan al País, se tiñen de rojo.
Era elemental, aún cuando hipotéticamente hubiésemos ganado las Presidenciales, tener dicha representación, pero ahora, más que elemental, era JUSTO Y NECESARIO obtener al menos, la mayoría de esos, que según lo que "ventilaban", serían los grandes líderes de los Estados y pueblos más necesitados.
No es difícil retroceder un par de meses y aún saborear la amarga
derrota del 7 de Octubre; esa que pesó, esa que dolió como ninguna otra.
De momento, nada me hace dudar que se hace costumbre ese sabor
amargo.
Ayer, tuvimos la oportunidad de elegir a cada uno de los
representantes regionales, esos que mediarían por cada una de nuestras
necesidades y atenciones con el Poder Ejecutivo. Así mismo, a aquellos que con
uñas y dientes defienden lo jurídicamente correcto.
Era elemental, aún cuando hipotéticamente hubiésemos ganado las Presidenciales, tener dicha representación, pero ahora, más que elemental, era JUSTO Y NECESARIO obtener al menos, la mayoría de esos, que según lo que "ventilaban", serían los grandes líderes de los Estados y pueblos más necesitados.
De la totalidad de los Estados, sólo logramos 3, uno de ellos,
importante para consolidar a quien continúa siendo y será, el contrincante más
poderoso en contra de... Ustedes saben quien (me es repulsivo mencionar el
nombre, mis perdones)
El camino se hace tortuoso, si ya no es evidente. Cada día, parece
que nos sumergimos más en ese abismo, casi inexorable, de necesidades,
inseguridades, temores, corrupción, mentiras y... Pare usted de contar.
Estábamos claros en que nada nos salvaría absolutamente de esto,
por ahora, pero sé que trabajaríamos por ello, como dicen por ahí popularmente:
"Daríamos la pelea".
Ahora, la pregunta de "las mil lochas" es... ¿Cómo
trabajaremos?
Para nadie es un secreto, que será imposible unir ideales y
fuerzas en pro a el bienestar común cuando lo que reina en este País, es la
exclusión... esa que nos hace hasta querer autoexiliarnos.
No existe nada más que una masa de títeres que bailan al son de un
casi inerte (perdonen la frivolidad) "líder", si es que así se puede
llamar, que hace de las suyas a diestra y siniestra.
¿Qué sigue? ¿Cómo permanecer resistiendo? Ay... (suspiro), he aprendido
a ver cada línea de esta paradoja llamada "Venezuela", como un reto
perenne.
Es que desde que luchamos hace años por la Independencia, aún
parece que no nos libramos de aquellos que buscan imponernos un yugo sin
piedad.
Debo admitir, que escribiendo, me apresuro para llenar de
esperanza estas letras, que sin querer, no escriben más que la patética y
dolorosa realidad. Lo que es, lo que existe.
¿Pensar que perdí mi voto? ... Lo pensé. Ahora no, ¿Porqué razón?
Porque no hay nada más placentero que tener como almohada, una conciencia
tranquila. Esa que eligió como era debido, sin dejarse persuadir por
estrategias y manipulaciones mediáticas. La que cumplió con el deber de buscar
lo que merecía el resto, lo que nos haría bien a todos.
Y no, no me siento consolada pendejamente, es lo que resto de los
que se abstuvo, debió hacer. Sin excusas.
Los del oficialismo se jactan al decir que la mayoría habló,
eso... Compañeros, no es nada más que uno de tantos clichés.
Capriles entre nostalgia y alegría, con más que humildad al
reconocer su victoria, dijo una frase que refrescó mi espíritu y mi mente:
"El cambio está cerca. Cuando algo está cerca, se siente en el aire, se
respira".
Y vaya que se siente. Todos los días, aún con todo lo detestable
merodeando, se siente.
La lección y la única reflexión de este episodio (no lo llamaré
derrota), es la gran lección al resto de los que creen que seguirán bailando
entre un rojo que no es precisamente de gozo, que con lo bueno, no se puede y
pronto, seremos nosotros quienes bailemos al compás de la libertad... Porque sí
se puede.
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