Lo oportuno de las palabras:

Que en mi País la gente sea feliz aunque no tenga permiso.

30/12/12

Abrazando al 2013

Muchos se preguntarán el porqué del nombre de esta entrada, y es que, para ser honesta, fue lo primero que en mi mente apareció cuando pensé en el 2012.

"Un año que viene y otro que se va", como dice la canción, no?
12 meses, con 365 días de totales cambios, que sólo pueden resumirse en una palabra: "Paz" (y vaya que a veces cuesta encontrarla).

Recuerdo, hace un año, pensaba y esperaba con ansías que depararía este 2012.
Mucho esperé, mucho idealicé.
Puedo decir que de todo ello, grandes logros obtuve.
Ahora, lo curioso y al mismo tiempo cómico, es, no sentirme satisfecha por haberlos alcanzado, si no por lo que aprendí en su búsqueda.
Pues, múltiples circunstancias, me hicieron conocer realidades que no podía obviar.
Sí, realidades.
Unas más impactantes que otras, unas más trascendentes que otras, pero realidades que al fin y al cabo, hoy por hoy, son la esencia de todo y van dándole forma a ese "manojo" de llaves que abrirán grandes puertas.

De tanto hurgar, mucho encontré. De tanto querer, mucho aprendí. Y de tanto andar, tengo un camino.
Aprendí que TODO en su esplendor, era JUSTO y más que eso, necesario.
Aprendí que saber "distinguir" lo bueno de lo malo, en un mundo tan perverso, aún vale y muchísimo.
Aprendí que ser cortés, no quita lo valiente (aunque muchas veces, preferí ser valiente que cortés).
Aprendí que el gran ejemplo de quien busca enseñar, no es el que pretende que te aferres a tus fallas, si no aquel que busca la grandeza en ellas.
Aprendí que el ser humano es egoísta por naturaleza, pero cuando el AMOR sabiamente surte efecto, todo es posible.
Aprendí que la flamante burbuja no es eterna y en cualquier momento, explota para liberarte ante el mundo.
Aprendí que lo que ayer importó, hoy no, y todo se conjuga finalmente en risas.
Aprendí que la mirada, como dicen, muchas veces, no es el espejo del alma.
Aprendí que las mentiras nunca mueren con sus mentirosos y la verdad siempre saluda.
Aprendí que no existe nada tan placentero como ser leales a lo que pensamos, así el mundo busque cambiarte.
Aprendí que el mundo es noble y cuando te quita, te da más de lo que necesitas.
Aprendí de muchos, aún de quienes menos imaginaba.
Aprendí a cerrar la puerta sin mirar atrás.
Aprendí que había un camino.
Aprendí de un líder.
Aprendí de derrotas.
Aprendí de lo antagónico.
Aprendí de lo utópico.
Aprendí de lo malvado.
Aprendí de lo bueno.
Aprendí, aún más, del AMOR.

Aprendí... Aprendí... Tanto aprendí, que quiero seguir aprendiendo.
Cada año, no son más que 365 días de sueños recargados, de metas haciendo competencia con el tiempo y de cambios, que sin excusarse, vienen a darle un giro a lo ordinario para convertirlo en sublime. Para hacernos "guapear" ante lo desconocido y aprender de los grandes, la fuerza que se necesita.
Para ponerte "bonita" y brillar ante el mundo.
Para enseñarle a los demás de que estamos hechos.
Siendo así... ¿Porqué no tener razones para abrazar al 2013?

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