Lo oportuno de las palabras:

Que en mi País la gente sea feliz aunque no tenga permiso.

3/10/13

¡Mi NY de ensueño!

Desde el camino se ven los rascacielos, se respira un aire cosmopolita que me invade a cada kilómetro sin parar.
A nuestro alrededor, miles de casas con banderas americanas que patriotamente flamean en sus ventanas; algunas cubanas, otras puertorriqueñas que se ven a escasos metros. Lo único cierto, era el evidente espacio multicultural en cada calle.

Cada vez más, nos acercamos al corazón de la manzana.
Se siente la rutina agitada del día a día, cientos de ejecutivos caminan al compás del semáforo en cada esquina.  La colmena de taxis, nos invade hasta el punto de no ver más carros particulares en una calle de Manhattan.

Nuestra primera parada, la sexta avenida, justo en el Time Square.
Más impactante que en películas, incluso en fotos de la revista Vogue. Las luces te inspiran, te roban la mirada hasta hechizarte.

No puedes caminar, los pasos del resto del mundo te roban los tuyos.
Das un vistazo, sólo cientos de turistas se reúnen en las calles a admirar el talento urbano, mientras los neoyorkinos sonríen al pasar sin perder su rumbo.

Caminando a través de la sexta avenida, mientras el humo subterráneo te invade por los poros, cuando levantas la mirada, te saluda el antiguo Paramount Theather que aún conserva su letrero. 
Sientes la voz de Sinatra que aún se pasea por las calles.

Sin contar los pasos, me encuentro frente al Empire State que guarda la vista más cautivadora de toda la ciudad. Como “Sleepless in Seatlle” y “Breakfast At Tiffany’s”, el momento se hace tan digno de una película que sólo quieres quedarte en su piso 86 hasta que oscurezca.

Cada calle, un secreto. Cada lugar, una historia. La magía necesaria para enamorarte de un lugar instantáneamente.

Luego del Empire State, llegué al Madison Square Garden que oculta las riñas del siempre recordado Mohammed Alí, hasta llegar a Greenwich Village, donde se puede escuchar aún la melodía de la serie Friends y deleitarte con sus calles.

De New York a China, nadie hubiese pensado que sólo habrían unas cuantas calles de por medio.
Mi paseo por ChinaTown, me hizo pensar que definitivamente los ojos pequeños son capaces de conquistar cualquier parte del mundo hasta hacerse tan grandes que miran más allá de lo que el resto no.

Desde letreros luminosos que te hacían sentir en el centro de Shangai hasta los más diversos sitios de comida donde los nuddles eran sensación, recuerdo seguí a Little Italy.

Mi paseo parece llegaba a una de las zonas que más nostalgia guarda entre sus calles: “Ground Zero”, donde en Septiembre del 2011 se encontraba el World Trade Center y fue derrumbado por ataques terroristas.
Hoy se encuentra en el mismo radio, “The Freedom Tower”, incluso más grande que las mismas torres gemelas, construída en homenaje  a ellas.
Sólo en la Liberty Street, me mantuve en silencio y sin querer, intenté recrear las torres en mi imaginación como si aún estuviesen allì.

En un letrero, se alcanzaba a leer la frase: “United we estand. We will never forget.”, con lo que sólo podía erizarse mi piel y salir mis lágrimas sin el mayor de los esfuerzos.
Aún se respira la tristeza, aún se siente la pérdida de quienes transitan pensando una y otra vez en quienes estaban allí o si pudieron haber estado pisando los escombros.

Cuando el reloj cambió a las 3:00 pm, sólo me encontraba alejándome de New York en un barco para ir a Ellis Island.

Como buena cinéfila, las imágenes de películas sobre La Estatua de la Libertad  revoloteaban en mi mente y aún me parecía asombroso estar frente a ella.

La historia siempre nos persigue, la sangre siempre llama. Caminé en donde un día estuvo mi Abuelo preso al llegar de inmigrante en un barco español.  Me dejé atrapar por sus historias, quise buscar viejos registros en el museo, pero eran miles, por lo que podía pasar más de dos días en mi búsqueda.

Como amante de la moda, no puedo dejar en el olvido “The Fifth Avenue”, el sueño andante de cualquier mujer ante las tiendas más exclusivas del mundo: Harry Winston, Tiffany & Co, Versace, Channel, entre tantas. 
Te detienes en la exhibición mientras te imaginas sólo poder tener lo suficiente algún día para comprar algo en ellas.

Todo lo que me rodeaba, siempre tenía algo que decirme al oído.

¿Central Park? El parque más gigante que he visitado alguna vez con una de las vistas más perfectas para contemplar. 
Desde ahí puede verse como inocente, la culpa de cualquier mortal mientras hay un susurro en tus oídos que canta “Imagine all the people, living life in peace.”

También Alicia Keys y Jay – Z hicieron de las suyas musicalizando mi viaje mientras paseaba por Brooklyn del cual quedé enamorada. Hubo una sensación casi difícil de precisar, pero con facilidad, digo que me gustó.

¡Yankees, go! Lo que se puede leer en las calles de Bronx en tu paso por el Yankee Stadium.

Malcom X y Martin Luther King Jr. dejan sus legados en Soho y su espíritu vive en las calles en el predicar de la gente. Sencillamente, ¡GRANDES!

Radio City Music Hall, Rockefeller Center, Apollo Theather… ¡Broadway! Las grandes tablas del mundo, el sueño de todo artista.

Aún pienso como terminar este escrito ante tanta genialidad que contar, lo único que no puedo detenerme a pensar es que definitivamente New York, podría ser una de las grandes maravillas del mundo moderno.


Quien no se deje hechizar por NY, no corre sangre por sus venas. 

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